Juan Pablo Toro se encuentra viviendo una linda aventura por el viejo continente. Es su primer viaje tenístico y como buen mochilero, agarró lo necesario para poder subsistir en Francia y vivir lo que considera un “sueño”, alojando en carpa en los clubes si es que no encuentra alojamiento con la gente. Juntó dinero manejando en Uber y con mucho esfuerzo, este estudiante de Ingeniería Comercial de la UC se encuentra disfrutando de lo que es su pasión.
Reconoce que no cuenta con muchos fondos monetarios, producto del pago de torneos y encordados principalmente, pero “pude pagarme un pasaje barato jajaja: tres escalas y un bus de 9 horas para llegar a Francia, total 46 horas de viaje. A la vuelta sigo trabajando para pagarme otras cosas del viaje. Mis papás se han ofrecido a ayudarme, pero quiero pagármelo yo”.
Pese a que confiesa vivir una experiencia “increíble”, se le ha hecho muy complicado lo cotidiano: “No entiendo nada francés y casi nadie habla inglés o español, además el transporte con los bolsos es agotador (mi bolso de tenis y una mochila de trekking llena), pero estoy inmerso en un sueño”.
Acaba de jugar un maratónico partido, son casi las 01:00 AM en Francia y su tercer match de la jornada, “una batalla campal” como la describe, lleva cuatro torneos en dos semanas y media y su estadía se prolongará hasta el 9 de Agosto en tierras galas. “Iba a jugar más, pero los árbitros y las condiciones me han cambiado el calendario a última hora, por ejemplo en un torneo quedé botado porque no se podía llegar en tren y estuve en un pueblo de mierda lloviendo con truenos y sin poder dormir”.
Juan Pablo empezó a jugar tenis a los 4 años de edad. Desde que nació vive pegado a las canchas de hockey del Club de Golf Sport Francés, “por lo que las canchas de tenis las tenía al lado también. En la parte de atrás del jardín de mi casa tengo una puerta que me da la pasada al club. Dato curioso es que soy casi vecino de la casa donde nació y se crió el chino Ríos, él también está pegado a la cancha de hockey y aprendió a jugar aquí, a veces con los que eran más grandes como mi papá”.
¿Era tan pesado el chino como lo pintan?
“No lo conocí. Una vez fui a una clínica de tenis que él hizo y paleteamos un poco nada más. Y otra vez él estaba trotando en la cancha de hockey, cuando no había nadie más en el club y le pedí un autógrafo y me dijo que no jajaja, aun así yo no soy de los que lo critica”.
Los primeros mentores de nuestro entrevistado en el tenis fueron su papá Pedro y el paloma, profesor que actualmente sigue en el club. “A estas alturas el paloma es como un tío para mí, trato de saludarlo todos los días”.
A nivel referentes en el tenis, recuerda el 2004,“cuando Massú ganó las medallas de oro en los JJOO de Atenas, yo tenía 8 años, y ese día me volví fanático. Simplemente quería ser como él. Me empezó a gustar muchísimo ir a jugar”.
¿Eras fanático del frontón?
“Siiii, llegaba del colegio a mi casa a jugar frontón y después me metía a todos los horarios posibles de las clases, de colado. Los grandes me sacaban la mierda, pero igual iba.
¿Cuándo decides dedicarte de manera un tanto más formal al tenis?
“A los 13 años me motivé e ingresé a una academia de tenis, y ahí empecé a entrenar harto más. Primero pasé por la academia de los Fillol 2 años, después otros dos años en T1 con Luchin Guzman y Marcos Colignon y después dos años con Carlos Marchant en el Manquehue. A todos les saqué todas las enseñanzas que pude, son grandes profesores y les doy las gracias porque lo pasaba increíble yendo a entrenar después del colegio”.
Pese a ello, tengo entendido que fue difícil ese proceso como tenista…
“El problema durante esa época entre los 12 y 16 fue siempre que me cuidaba pésimo. Muy mala alimentación y jamás elongué o calenté antes de un partido de la federación. Tuve muchas lesiones muy evitables entre esos años que me pararon mucho”.
¿Alguna autocrítica al respecto?
“Yo la cagué con todo cuando chico, me faltó jugar más campeonatos. El colegio me hacía imposible faltar a clases y debí haber insistido mucho más. Me arrepiento de no haber jugado más torneos de federación, estaban muy buenos. Sin embargo, en tercero medio empecé a jugar los torneos run y me encantaron, hasta el día de hoy juego y creo que estoy 70 en el ranking, tratando de subirlo para ganarle a mi partner Javier Ellena que está como 4 puestos más arriba”.
Pese a ello lograste hacerte un espacio en el tenis…
“A puro esfuerzo. La verdad es que no me considero un jugador técnicamente muy bueno o muy eficiente, así que los partidos los tengo que arreglar corriendo como loco. Por suerte pienso que soy muy bueno para correr en la cancha. Me encanta devolver todo, hacer partidos lo más sufrido posible y si se puede darlos vuelta. Eso siempre me lo destacaron a donde fuera a jugar, que llego mucho y muy bien a las pelotas. Personalmente a mí me encanta porque los partidos muchísimas veces se volvían unas batallas de 3 horas donde los dos salíamos raja. De hecho ya como a los 15 mi mamá nunca más me fue a ver, porque le daban ataques de nervios, más de una vez la vi llorando”.
Tienes una historia muy buena de esa época…
“En octavo básico me metí a un G2 en el Palestino y en primera ronda me tocó con un rival que yo no lo conocía y no se podía ver más sobrado (no diré el nombre). La cosa es que yo quería impresionarlo de alguna forma para que no entrase a jugar con todo y me ganara, y en esa época yo era más o menos ambidiestro (lo fui perdiendo). Desde la primera pelota del paleteo le jugué con la izquierda, voleas, saque, etc. Yo veía cómo mi rival se reía con sus amigos jajaja. En el primer punto del partido me tocaba sacar y me cambié de mano y le metí un ace. El otro me quería matar!!! Ese partido fue con sangre, terminé ganando en 4 horas. Ahora yo también me mataría, pero todos hemos hecho estupideces cuando chico”.
Pero después llegó el momento de decidir entre el tenis y los estudios…
“En 2014 me tocó dar la PSU y por lo tanto me salí de la academia un tiempo. Junto con esto me había roto como 3 veces la muñeca derecha cuando chico y tenía un quiste súper grande que me dolía mucho para todo. En resumen, podía jugar tenis, pero con dolor. Creo yo que cuando algo te duele cuando juegas las ganas se van un poco, y para recuperarme tenía que operarme y parar dos meses. En ese año y el siguiente bajé harto el nivel de entrenamiento. Me iba a mochilear sin niun peso en los veranos al sur de Chile en vez de jugar y entré a estudiar en la Universidad.”.
¿Es malo el nivel universitario?
“Jugar por la universidad es muy entretenido, creo que el nivel es bueno y los partidos unas guerras. Tengo muy buenos partidos ahí”
¿Qué te motivó a empezar a full de nuevo?
“En el verano del 2016 me cambió todo el panorama: Me metí a un torneo en la playa, en Las Brisas, que siempre lo hacen muy entretenido. El punto es que me metí en singles y dobles y en un día jugué 4 partidos. Al día siguiente jugué 2 partidos más y me tocaba después de eso las dos finales. Mi rival era Juancri Ruiz-Tagle. Ese partido ha sido lejos el más especial, perdí el primer set 7-6 y empezando el segundo set me caí acalambrado entero. Los dos gemelos, los isquiotibiales, los cuádriceps, prácticamente toda la pierna, junto con la espalda y el brazo derecho jajaja”. Yo decía ahora sí que me sacan la mierda. Pero Juancritambién se empezó a acalambrar y el partido se volvió una locura. Los dos corriéndolo todo, hubo un punto que los dos terminamos con ayuda en el piso por los calambres. Me saqué mach point en contra y gané 7-6 y 10-7 el supertiebreak”.
Esto reafirma tu hipótesis de que el tenis es sólo sacrificio para ti…
“Ese partido quizás me hizo muy mal para la salud, pero me dejó más motivado que nunca. Me di cuenta que estaba siendo muy pavo en no hacer lo que en verdad me apasionaba y desarrollarme bien ahí. Así que decidí desligarme de todo y meterme a entrenar fulldenuevo”.
¿Y con staff de lujo?
“Efectivamente, estoy en preparación física con Mario Soto, con el que sigo hasta hoy en día, quien me ha hecho mejorar muchísimo. Me vio la cara de loco y me mata en el gimnasio. He quedado vomitando con varios testigos y otras veces con ataques de asma, y no soy asmático jajaja”, también entrené donde Martin Rodríguez y desde marzo de este año con Guille Hormazabal, ya que ya no estoy en la Selección de tenis UC.”
Pero la mala suerte te siguió acompañando…
“Apenas empecé a entrenar con todo el año pasado me quebré el tobillo jugando y tuve que parar dos meses. Eso fue muy desmotivante! Luego en la qualy de un futuro en diciembre del año pasado jugué con un leve dolor de estómago, que me lo aguanté por tres días y era una infección en el intestino y estuve a horas de morirme en la clínica. Me operaron de urgencia, estuve a nada. Con eso tuve que pasar todo enero en reposo casi absoluto. Tiempo después en Marzo de este año me atropellan andando en bici yendo a jugar, me saqué la mierda. Costillas, heridas, me quebré la mano izquierda, pero a los 5 días puedo decir que estaba en la cancha jugando a pura derecha, y si le pegaba fuerte las costillas me dolían con todo. Esta es la segunda vez que me atropellan, pero la primera no me había pasado nada. Lo bueno es que he sido capaz de seguir motivado, que creo que es lo más importante”.
¿Cómo surge el tema del Uber?
“Me muevo en bicicleta para todos lados, campeonatos, universidad, me la robaron y empecé a trabajar para comprarme otra. Cuando lo hice, seguí trabajando para ahorrar y pagarme todo lo que pueda de los gastos tenísticos, que son muchos”.
¿El auto es tuyo, tuviste que comprarlo?
“Hay un auto en mi casa que comparto con mis hermanos. Mis hermanas ya no están en la casa y yo me muevo en bici, así que es prácticamente de mi hermano. Pero yo lo uso para hacer Uber”.
¿Cómo lo haces con los horarios entre clases, entrenamientos y torneos para salir a trabajar en Uber?
“Salgo en las noches sobre todo los fines de semana”.
¿Por qué sectores te mueves? ¿Cómo te haces la ruta, considerando que no eres un experto en el rubro?
“La mayoría del tiempo parto en mi casa y casi siempre termino en el centro y ahí empiezo a dar vueltas”.
¿Y no te da miedo que te asalten o te salgan curaos odiosos, scorts, topleras, etc?
“La verdad es que no. Me ha tocado de todo en cuanto a clientes jajaja, una locura”.
Siempre tienes una historia chistosa que contar, en el caso del Uber no debe ser la excepción…
“Siiii, un tipo que llevé se había comido un kilo de ajo por lo poco y casi me salían lagrimas jajaja. Otra vez me tocó una pareja de viejos que vivían en Cerrillos y me putearon todo el camino, y en la mitad sin querer me comí un lomo de toro y los dejé pegados en el techo. También me han tocado familias de venezolanos recién escapados del país, y muchos curados a punto de vomitar”.
¿Y ataos con los taxistas de techo amarillo?
“Nunca he tenido drama con los taxistas, por suerte”.
Pero te sirvió para llegar a tu primera aventura tenística en Francia
“Estoy feliz, acá el nivel es buenísimo y la cancha es muuuuy rápida, solo existe en este país, se llama quick.Me costó mucho acostumbrarme pero es una gran experiencia, jugar en condiciones tan distintas a Chile.”
Imagino en este momento que estas con lo puesto, te acuerdas de tus más cercanos…
“Si, mi familia por supuesto y mis amigos del tenis con los que estaba jugando últimamente: Javier Ellena, Omar Abuid, CristóbalHernández, Carlos Cuevas y por supuesto los hermanos Daniel y Saúl Huenupil, que son los cancheros del Sport yson de las mejores personas que he conocido en este deporte”.
Y tú “bestia negra” por supuesto…
“Hay varias bestias negras. Pero de entre los que me han sacado la mierda, Víctor Núñez lo ha hecho dos veces”
Te felicitamos Juan Pablo por tu espíritu y ganas de seguir adelante en el deporte que amas…
“Simplemente soy una persona que le gusta mucho el tenis. Nunca pensé en dedicarme seriamente porque no lo veía como trabajo, sino como mi pasatiempo favorito. No soy de los grandes tenistas que siempre aparecen en esta página, ellos son los verdaderos héroes creo yo. Simplemente soy un estudiante que en los últimos dos años ha pasado cosas fuertes, pero lo importante es que he sido capaz de seguir”.
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